Aprende a sonreír sin motivo.

jueves, 19 de junio de 2014

Aquel año.

¿El derecho a echarte de menos cuándo se termina?
¿Cuándo empieza la limpieza del dolor  y todas esas mierdas?

Han sido dos sueños contigo en un mismo día.
Todas las cosas que te decía y al despertar
este silencio.

Me siento como un turista incapaz de besar la tierra,
mirando cada paisaje con las manos en los bolsillos,
pidiendo comida a domicilio
y diciendo “ticket para uno solo” en cada museo.

Me basta tu risa para aferrarme a un recuerdo,
el bastón de tristeza con el que trato a los gusanos
cuando vienen a comerse los pedazos
y habitarme las sombras,
el horario de visitas de este absurdo trabajo
de olvidar  tus manos frías
cada vez que me emborracho.

Cada día.
La gente dice que deje de hacerme daño.
Olvidarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario