Aprende a sonreír sin motivo.

martes, 20 de agosto de 2013

Pocas cosas había más bonitas que tener a alguien importante en tu vida aunque fuera a miles de kilómetros.

Ojalá te pudiera seguir teniendo ahora mismo, poder estar hablando de todo y a la vez de nada como solíamos hacer, ojalá pudiera volver al verano pasado aunque fuera por tan solo un par de minutos.
Sé que no sirve de nada lamentarse y seguir estando mal, pero es que creo que cometí el grandísimo error de quererte demasiado, me acostumbré demasiado rápido a tus buenas noches, a las noches en vela regalando y recibiendo sonrisas a cientos de kilómetros, y ahora amigo es cuando me doy cuenta que de una vez por todas me toca desacostumbrarme a todo eso que me hacía plenamente feliz.
Me da pena que todo esto acabe así, pero ya me dijiste una vez que los verdaderos amores nunca pueden terminar bien y que siempre uno es el que termina peor, que razón tenias, como siempre.
A veces para animarme, pienso que si la vida ha elegido que nos separemos es por algo y que nadie sabe si en algún futuro lejano nos reencontraremos dispuestos a retomar lo que un día dejamos escapar. Si algún día pasara eso no dudes en que me iría contigo de cabeza, sin pensármelo dos veces, pero hasta entonces necesito volver a vivir, volver a disfrutar, volver a tener ilusiones.
Estoy segura que volverán las noches eternas, mis tonterías para hacerte reír y los "buenas noches idiota" cuando casi estaba amaneciendo.

Porque pocas cosas había más bonitas que echarte de menos por no poder verte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario