Aprende a sonreír sin motivo.

domingo, 28 de abril de 2013

Love is hard.

 Me encantaba tu forma de ver el mundo y tu forma de explicármelo , tú sabias muchas más cosas que yo sobre cultura y yo sabía más cosas sobre los sentimientos, por eso hacíamos un buen equipo.
 Me encantaba enseñarte a querer, enseñarte a ser un cursi, enseñarte a sentir al 100% como lo hacía yo, mientras tú me enseñabas que los políticos no valían una mierda y que si tenía que ser de un equipo de fútbol sería el Madrid. 
Me encantaba tu forma de bromear cuando te hacías el enfadado y tu forma en la que me decías que era mentira, que conmigo nunca te podrías enfadar.
 Me encantaban tus abrazos, esos abrazos de oso que duraban años.
 Me encantaban tus caras extrañas y me encantaba cuando te emborrachabas y soltabas del corazón todo eso que no podías decir sin haber bebido algo.
 Me encantaba que me llamaras a las tantas explicándome tu noche y diciéndome que ojala estuviera yo allí contigo bebiendo.
 Me encantaba que me enseñaras a besar de forma romántica y me encantaba que me dijeras que de vez en  cuando te diera un beso de esos míos con pasión, que te encantaban.
 Me encantaba tu forma de andar,  como de patito y me encantaba cuando me pedías por favor que saliera contigo a fumar un cigarro.
 Me encantaba que me escucharas todos y cada uno de mis absurdos problemas y que me dieras uno de esos graciosos consejos.
 Me encantaba tu forma de cogerme, como si fuera la última vez que nos viéramos .
 Me encantaba cuando me cogías la mano y me tocabas despacio poco a poco cada uno de mis dedos y que cuando llegabas a mi uña me dijeras "déjatelas crecer idiota".
 Me encantaban tus mensajes y nuestras charlas hasta las tres de la mañana.
 Me encantaba tu forma de mirarme, tu risa y la manera en la que te mordías el labio cuando te miraba.
 Me encantaba que fueras tan sincero conmigo, tan auténtico. 
 Me  encantaba cuando me decías que te encantaba y que era la mejor de todas.
 Pero sobre todo me encantaba la forma en la que me hacías ser a mi, me hacías reír todo el rato, contigo tenía todos los días una sonrisa imposible de borrar, me encantaba saber que te tenía ahí, para todo, para siempre, me encantaba saber que eras tú el que me hacía feliz y no otro.

Pd: y digo "me encantaba" porque sabes que si no se dice "me encanta" nada es lo mismo.

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