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    Los amores de verano terminan por todo tipo de razones, pero al fin y al cabo todos tienen algo en común,  son estrellas fugaces. Un espectacular momento de luz celestial, una efímera luz de la eternidad que en un instante, se van. 

Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.

Nunca antes había llegado hasta este punto, el punto en el que pierdes las fuerzas de seguir adelante, de intentar seguir siendo fuerte como has hecho siempre, el punto en el que miras a tu alrededor y nada tiene sentido. Solo ves sufrimiento.Solo ves que sirves para hacer daño, para hacer sentirse mal a las personas que más te importan en este mundo. Ya no es estar mal con uno mismo, sino que ya ni puedes ayudar a los demás, solo hacerles daño y eso es lo peor.
Ojalá todo cambie pronto, ojalá cambie pronto y pueda ayudar a las personas que más quiero, como solía hacer antes aunque todo fuese en el sentido equivocado.